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15 Mentiras sobre el aprendizaje de idiomas

El mundo del aprendizaje de idiomas está lleno de mitos y misticismo en cuanto a todo: la velocidad, la edad, los métodos, etc. Seguramente, si los idiomas son un tema que te interesan, habrás escuchado por lo menos tres de estas grandes mentiras sobre el aprendizaje de idiomas, y seguramente más. Quizás hasta dijeras algunas sin darte cuenta. Como no queremos que creas estas enormes mentiras, decidimos que hoy las desmitificaremos para ti.

1. Es fácil aprender un idioma – ¡mentira!

Aunque parezca contraproducente decírtelo: no, no es fácil aprender un idioma. Pero eso no quiere decir que sea imposible. Pero piensa, ¿dónde has oído esto antes? Pues en todos los libros, cursos y academias que quieran venderte el aprendizaje de un idioma.

Sin duda, hay cosas que como institutos de idioma podemos hacer para facilitarte el aprendizaje: desde proveerte los materiales, organizar el currículo educativo, hacer las clases divertidas, etc. Sin embargo, al final del día, el estudiante es el que tiene que aprender – he de ahí la etimología de la palabra.

Además, “fácil” es dependiente de quién vaya a estudiar qué idioma. Será más fácil para alguien que hable español aprender portugués, que para alguien que hable chino, puesto que español y portugués pertenecen a una misma familia.

La verdad: Aprender un idioma no es para nada fácil, pero tampoco imposible.

2. Es difícil aprender un idioma – ¡mentira!

Y, por el contrario, tampoco es verdad que aprender un idioma es difícil. Como vimos recién, la facilidad depende de la dedicación del estudiante, y además de qué idioma hable y aprenda éste. Lo que pasa, es muchos cuando recién empezamos, no sabemos cómo estudiar, o como encontrar materiales que nos entretengan mientras estudiamos. Y muchos más se quedan aún sólo con la experiencia de la escuela. Aprender un idioma en un ambiente escolar es muuuuy diferente a aprenderlo en escuelas e institutos dedicados a ello; sin contar que muchas veces se aprende el idioma por obligación. Por eso, terminamos con sentimientos muy negativos en cuanto al aprendizaje y la facilidad relaxionada a aprender un idioma.

La verdad: Aprender un idioma tampoco es difícil, solo lleva tiempo y dedicación.

Photo by JESHOOTS-com

3. No puedes aprender un idioma sin vivir en el país – ¡mentira!

¡Claro que se puede aprender un idioma sin estar en el país! No estamos seguros de dónde salió esta idea; probablemente como las demás, de personas que querían excusas para no aprenderlo. Pero sí que se puede aprender un idioma sin vivir (o siquiera estar) en el país, y más aún en esta época, dónde la internet nos conecta con hablantes nativos con extrema facilidad.

Así que, ¿cómo aprender un idioma sin viajar? Pues con cursos y clases, ya sea en tu mismo país, u online con hablantes nativos. Muchas embajadas ofrecen también oportunidades en sus bibliotecas, donde tienen libros de aprendizaje, etc. Opciones hay, sólo hay que buscarlas.

La verdad: ¡Por supuesto que se puede aprender!

4. No puedes aprender un idioma de adulto – ¡mentira!

Esta mentira, la verdad, siempre nos ha molestado. Desde nuestro pariente ya adulto que exclama que le gustaría aprender pero los adultos no pueden aprenderlo (que vamos, al final del día son excusas), hasta las amistades de la misma edad que piensan lo mismo porque es lo que les han dicho toda la vida. Pero si que se puede aprender un idioma a cualquier edad. Se puede aprender cualquier cosa a cualquier edad. Es verdad que las conexiones neuronales a los 70 quizá no estén tan “blandas” como para aprender con la misma facilidad que teníamos cuando teníamos 14 años, pero eso no quiere decir ni por asomo que sea imposible aprender.

La verdad: Por supuesto que se puede aprender, tengas 8 años u 80.

5. Es más difícil aprender un idioma cuando eres adulto que cuando eres un niño – media mentira

Aquí nos encontramos con la primera media-mentira. Si es verdad, como dijimos en el punto previo, que las conexiones neuronales no son tan maleables a una edad avanzada como lo son cuando eres niño. ¿Esto significa que es más difícil aprender? Si y no. Por un lado, la retención de lo aprendido es posible que disminuya un poco. Por otro lado, tenemos muchas más herramientas disponibles a nuestra disposición como adultos para aprender, lo cual de hecho hacen el aprendizaje más fácil. De cualquier forma, ambos niños y adultos han de poner esfuerzo para aprender un idioma.

La verdad: Es más difícil en ciertos aspectos, y más fácil en otros, logrando un balance.

6. Es más fácil aprender un idioma si viajas al país a aprenderlo – media mentira

Similar al punto 3, se basa en la idea que la inmersión te ayudará a aprender mucho más fácil. ¿Es esto así? Pues si y no. ¿La inmersión ayuda? Si. Facilita el acceso a materiales de estudio (audio constante, lectura constante) del idioma que quieres aprender. Sin embargo, no lo bas a aprender por osmosis. Si no te pones a estudiar, por más que veas el idioma todo el día, terminarás sabiendo muy poco.

La razón por la que la gente que viaja a los países termina aprendiendo el idioma no es sólo por el hecho de estar allí; si no porque toda su vida (trabajo, estudio, etc) depende de poder comunicarse, y por ende, se adaptan y estudian. Puedes lograr lo mismo estudiando desde tu propio país antes de viajar.

De hecho, ¿sabías que hay escuelas de idiomas que te expulsan si rompes la inmersión? Por lo tanto no es la inmersión en sí que ayuda a los estudiantes, si no la idea de perder el gasto realizado que los obliga a estudiar. La inmersión sólo lo facilita.

La verdad: No es más fácil, es que el riesgo de fallar en el aprendizaje estando en el país conlleva mayores consecuencias.

7. Todavía eres un principiante después de (inserta cantidad arbitraria de tiempo) porque el idioma es difícil – ¡mentira!

Mentiras más grandes jamás se han dicho. Si este eres tú, mira en tu interior y no te mientas. La razón por la que uno mantiene un nivel bajo en el idioma no es porque éste sea difícil, si no porque no le hemos puesto suficiente tiempo a alguna de las competencias. Es verdad que algunos idiomas, por ejemplo aquellos que están en las mismas familias, serán más fáciles de aprender y parecerán llevar menos tiempo. Pero eso es debido a las similitudes que tienen y que por ende no tienes que estudiar.

La verdad: No es cuestión de la facilidad o dificultad del idioma, si no de muchas otras variables.

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Photo by Luke Chesser

8. Sólo necesitas pasar más tiempo aprendiendo – ¡mentira!

Esta va cortita, y es que es muy simple: Sea que estudies 8 horas al día, o 30 minutos al día, si tu método de estudio es malo, realmente no avanzarás tan rápido como podrías hacerlo si supieras la mejor manera de estudiar.

La verdad: Si no tienes un plan y método de estudios eficientes, no avanzarás rápido.

9. Deberías aprender inglés en vez de (otro idioma) porque todos hablan inglés – ¡mentira!

¡Pues claro que es una mentira! No deberías aprender nada porque los demás lo hagan. ¿Te facilitaría la vida? Quizás, porque es verdad que es uno de los idiomas más hablados del mundo (pero no el más hablado, el premio a eso se lo lleva el chino), sin embargo eso no es razón para aprenderlo, a menos que quieras. Deberías aprender el idioma que a ti más te guste aprender, sea que lo hablen en todo el mundo o no.

La verdad: No deberías aprender ningún idioma que no estés interesado en aprender.

10. Vas a recordar fácilmente lo que olvidaste del idioma que estabas aprendiendo, solo con un poco de repaso – media mentira

No es tan así. Si, algunas cosas volverán a tu memoria con un poco de esfuerzo y repaso, pero la verdad es que en el momento que dejas de utilizar el idioma, tu memoria del mismo se degradará, y deberás volver a aprender gran parte de lo que ya habías visto. Por eso siempre se recomienda mantener algún tipo de contacto con el idioma, sea mirar películas, escuchar podcasts o canciones, o leer libros, páginas web o revistas, para no olvidarlo tan rápidamente.

La verdad: Es como un músculo, si no lo utilizas, se degradará. Sin embargo, puedes volver a cierto nivel de uso con facilidad, dependiendo de cuánto tiempo abandonaras el idioma y qué tanto mantuvieras contacto con él.

11. La mejor forma de aprender (para un adulto) es de la misma manera que aprenden los niños – ¡mentira!

No es la mejor forma de aprender. Tampoco es la peor. Si, es verdad que inmersión, que es como aprenden los niños, ayuda bastante; pero como adultos tenemos muchos más recursos para acelerar el aprendizaje, que los niños quizá no tengan. Además, todos aprendemos a nuestra propia manera. Algunos responden mejor a estímulos visuales y otros a auditivos. Otros tienen memoria fotográfica. De todo esto dependerá si la manera de aprender es viable.

La verdad: Todos aprendemos de manera diferente, puede que a algunos les valla mejor que a otros con éste método. Igualmente, como adultos tenemos más recursos de aprendizaje a nuestro favor.

12. ¡No hace falta aprender gramática! Puedes aprender solo escuchando – media mentira

Hay cierta razón detrás de esta afirmación, y es que sí puedes aprender palabras y frases sueltas tan solo escuchando podcasts, películas, etc. Pero eso no significa que vayas a aprender bien, o rápido. De hecho, la cantidad de material que deberías escuchar (y comprender) para saber utilizar una regla gramatical de manera apropiada sería quizás demasiado, y transformaría un método sólo basado en eso para guía de gramática, en algo muy ineficiente. Si es verdad que tampoco necesitas cavar profundo en cada regla gramatical, pero para entender mejor un ejemplo y saber utilizarlo con certeza, hay que conocer cuando menos las bases gramaticales de las mismas.

La verdad: Llevaría demasiado tiempo aprender de esta manera. Ni un extremo ni el otro son buenos.

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Photo by Estée Janssens

13. Puedes alcanzar la fluidez en un idioma en X meses – ¡mentira!

Hay muchos programas que te ofrecen alcanzar la fluidez en el idioma en 3, 6, 12 meses… pero como ya vimos con anterioridad, gran parte de lo que hace al estudio eficiente y rápido es: cuanto tiempo tengas para dedicarle, cuán eficiente es tu sistema para tu tipo de aprendizaje, qué idioma hablas y qué idioma quieres aprender… entre otras.

Por lo tanto, ¿es posible alcanzar cierto nivel de fluidez en un idioma en 3, 6, o 12 meses? Posible es, pero a menos que tengas todo el tiempo del mundo para dedicarle y que estés aprendiendo un idioma muy similar al tuyo, es muy, muy improbable.

La verdad: No es imposible, solo extremadamente improbable a menos que ya tengas todo un sistema de estudio preparado para un idioma “fácil”.

14. Debes tener un talento especial para aprender idiomas / Tienes que ser bueno en los idiomas por naturaleza para aprenderlos – ¡mentira!

Para todos aquellos a quienes les “cuesta” aprender un idioma, sea por la razón que sea, esta es una mentira muy tentadora, ya que quita toda la responsabilidad de sus hombros. Pero es mentira que hay que tener algún tipo de talento innato para aprenderlos.

La verdad: Estamos aprendiendo cosas nuevas constantemente, así que por supuesto que podremos aprender cualquier cosa que nos decidamos.

15. Si eres bueno en idiomas, no eres bueno en matemáticas (y viceversa) ¡mentira!

Varias cosas pueden haber llevado a esta ridícula idea. Por un lado, es verdad que el cerebro se divide en dos partes: la lógica a la izquierda, y la artística a la derecha. Las matemáticas se asocian con el lado lógico, y el aprendizaje de idiomas con el lado derecho. Y es verdad que algunas personas suelen utilizar más un lado que el otro, tanto como que hay personas que utilizan ambos por igual. Aquellas personas que utilizan más su lado lógico suelen ser mejores en matemáticas, y aquellas que tienen un lado creativo dominante, son mejores en idiomas.

Pero eso no quiere decir que no puedan ser buenos en el área que no dominan tanto. Alguien cuyo lado dominante es el lógico quiere decir solamente que se le da mejor pensar de manera lógica, y que por ende precisa un tipo de estudio de idioma más lógico y estructurado que alguien cuyo lado dominante es el creativo.

Por otro lado, más allá del lado del cerebro que sea más dominante en tu caso específico, hay otras variables que afectan esta percepción de dificultad. En específico: la práctica.

Practice makes perfect, como dicen por allí. Es obvio que si percibes que quizá tengas más facilidad para una cosa en lugar de la otra, te inclines por estudiar más lo que te resulta fácil, y por ende, dejar de lado la otra, haciendo el mito de que sólo puedes ser bueno en una sola cosa aún más real para tí. A esto se le llama el principio de la especificidad.

Y además, hay mucha gente que cree que las matemáticas son un idioma. Así que, ¿Qué excusa tienes ahora?

La verdad: Puedes ser bueno en ambos, lo que pasa es que uno siempre se inclina por practicar más uno u otro.

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Photo by Michal Matlon

Ahora que sabes que estas son algunas de las grandes mentiras, ¡no permitas que estos mitos sean una excusa para no aprender el idioma que siempre quisiste! Los idiomas son habilidades, y las habilidades se aprenden con práctica y trabajo arduo. Así como puedes aprender a tocar una guitarra, puedes aprender a hablar japonés, o chino, o incluso alemán.

La verdad es que muchas de estas mentiras nacen del simple hecho de la necesidad del ser humano de poner excusas para las cosas difíciles. Es posible que el aprendizaje de idiomas no sea una prioridad para ellos en el momento, y eso está bien. Pero si de verdad quieres aprender un idioma, no dejes que estos mitos y excusas te detengan. No será fácil, pero llegarás a dónde quieres con práctica y esfuerzo.


¿Cuántas de estas mentiras habías escuchado antes? ¿Conoces alguna otra que deberíamos desmitificar?


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